lunes, 10 de febrero de 2014

¿Quieres ser feliz?


          Hoy el Blog de Gabinete Clares Psicología os va a proponer varias claves para ser feliz. ¿es la solución definitiva para serlo? No. Todos tienen que poner de su parte, esto son sólo algunas ideas que te ayudarán a llevar una vida mejor.

- Hacer ejercicio físico. Podemos correr, andar, ir al gymnasio, baile, etc.



- Crear objetivos realistas diarios o semanales. Son objetivos que podamos cumplir. Ejemplo: Hoy voy a estudiar 3 horas, voy a cocinar mi plato preferido, etc. No valdría "hoy me va a tocar la lotería", no es un objetivo alcanzable por nosotros mismos. 

- Premiar nuestros logros. Siempre que consigamos nuestros objetivos marcados, nos recompensaremos con un pensamiento positivo o con una actividad placentera para nosotros. Como ejemplo: si estás perdiendo peso, un alimento de los prohibidos; una tarde viendo una película, unas horas de descanso, etc.

- Evitar la comparación con los demás. Es muy contraproducente para nuestra autoestima el estar siempre comparándonos con las personas que nos rodean ya que nos crean unas ideas irracionales de nosotros mismos. Esto es algo muy a tener en cuenta a la hora de tratar a nuestros hijos. 


- Aceptarnos tal y como somos. Siempre tenemos que aceptarnos y aprender de nuestros errores para mejorar personalmente día a día. No podemos estar comparándonos ni machacándonos con ideas de cómo nos gustaría ser o que nos gustaría tener y no tenemos.

- Aprender de nuestros errores diariamente. Mejoramos nuestra autoestima. 

- Aceptar la realidad que tenemos. Esto está muy relacionado con la aceptación de nosotros mismos. 

- Relacionarnos con los demás. Tenemos que tener amistades y estar en contacto con el mundo. Siempre evitando a las personas tóxicas que no nos trae bien para nuestras vidas. 

- Pensar en positivo. Las personas negativas crean un aura de negatividad continua y siempre proyectan en negativo. Esto hace que las personas que le rodean acaban evitándole y para esta persona esos pensamiento no le hacen ningún bien. Aceptar lo que se tiene para mejorar. 


- Reir. Es lo más importante. El relacionarse con las demás personas, hacer cosas que nos gustan, tener actividades entretenidas, nos hacen reir.
- Realizar actividades Agradables. Esto va muy relacionado con reir y con el aumento de nuestra autoestima. Cuando hacemos cosas que nos gustan, pensamos en positivo y estamos mucho mejor emocionalmente.

- Querer ser FELIZ.

viernes, 31 de enero de 2014

Cuento: "Los Gritos en los Enfados"



«Un día, un sabio preguntó a sus discípulos:- ¿Por qué la gente se grita cuando están enojados?
Los discípulos pensaron unos momentos.

 

-Porque perdemos la calma -dijo uno- Por eso gritamos. 

-Porque queremos tener siempre la razón -argumentó otro-. 

-Sí, y porque nos molesta cuando nos contradicen -Saltó un tercero-

-Pero...¿Por qué gritar cuando la otra persona está a tu lado? -preguntó nuevamente el sabio- ¿No es posible hablarle en voz baja? ¿Por qué gritas a una persona cuando estás enojado?

Los hombres dieron algunas otras respuestas, pero ninguna de ellas contestaba la pregunta del sabio. 

Finalmente, él explicó: 
-Cuando dos personas están enojadas, sus corazones se alejan mucho. Para cubrir esa distancia deben gritar, para poder así escucharse aunque estén uno al lado del otro; mientras más enojados estén, más fuerte tendrán que gritar para escucharse uno a otro a través de esa gran distancia.

 

Luego agregó el sabio: 

-¿Qué sucede cuando dos personas se enamoran? Ellos no se gritan sino que se hablan suavemente. ¿Y eso por qué es? Evidentemente, porque sus corazones están muy cerca. La distancia entre ellos es muy pequeña.


Y continuó: 
-Cuándo se enamoran más aún... ¿Qué sucede? No hablan, sólo susurran y se vuelve más cercano su amor. Finalmente no necesitan siquiera susurrar, sólo se miran y eso es todo. Así es como están de cerca dos personas cuando se aman. 

Para finalizar, el sabio aconsejó:
 
-Cuando discutan, no dejen que sus corazones se alejen, no digan palabras que los distancien más, llegará un día que la distancia sea tanta que no encontrarán más el camino de regreso».




Feliz Fin de semana

lunes, 27 de enero de 2014

¿Eres Asertivo?


¿Alguna vez te has planteado qué es la Asertividad? 

    Muchos piensas que es sinónimo de tener habilidades sociales, pero esto no es así; es un componente más de las mismas. 


    La Asertividad es la habilidad que tenemos de expresar nuestros deseos, opiniones, gustos e intereses; de una forma clara y libre, sin agredir a otros y no permitiendo que nos agredan a nosotros mismos. Una conducta asertiva nos permite hablar de nosotros mismos, aceptar cumplidos, pedir ayuda, discrepar abiertamente, pedir aclaraciones y aprender a decir “No”.



    ¿Pero esto es cualidad de uno y no de otros? No, la Asertividad es una conducta que podemos entrenar. Pero este entrenamiento no se va a basar en formar a personas sumisas; si no conseguir que las personas vivan las situaciones sin agresividad o pasividad. Hay que tener en cuenta que somos nosotros mismos los que conocemos que necesitamos o que cosas nos molestan.

    La asertividad ayuda a las personas frente a la ansiedad, depresión y todos aquellos problemas derivados de las interacciones con otras personas. Todas las situaciones cotidianas de nuestra vida pueden ser tratadas con asertividad, por lo que cuanto más asertivos seamos, más cómodos nos sentiremos con nosotros mismos y con las relaciones que mantenemos con otras personas. 

   Pongamos un ejemplo para clarificar la asertividad. 
    - Usted ha quedado con su pareja para salir a cenar. Como es habitual, llega media hora tarde. No le ha llamado para avisarle que se retrasaría. Se siente irritado por la tardanza de su pareja. Usted le dice: 

            a) Hola,  Vámonos, tengo hambre. 

            b) He estado esperando durante media hora. Me hubiera gustado que me hubieras avisado que llegabas tarde.
           c) Estoy harto/a que siempre llegues tarde, no voy a esperarte más. No me respetas ni me tienes en cuenta. No eres capaz ni de avisar. 

    Ante esta situación nos podemos encontrar tres estilos de comportamiento antes las interacciones interpersonales. 
La opción A) sería una conducta de estilo Pasiva: Son personas que no son capaces de expresar abiertamente sus sentimientos, pensamientos u opiniones, creyendo que los demás tienen más derechos que ellos mismos. Estas personas intentan no tener conflictos con los demás a costa de que se aprovechen de ellas. 




La opción B) sería una conducta de estilo Asertiva: Son personas que expresan sus sentimientos, emociones e ideas. Como hemos comentado antes, respetan sus propias necesidades y derechos sin dañar a los demás. Esto no quiere decir que no exista conflicto entre ambas partes, pero son propensas a las situaciones favorables minimizando situaciones desfavorables.



La opción C) Es una conducta de estilo Agresiva: Este tipo de personas expresan sus sentimientos, opiniones y deseos;  pero con la peculiaridad que lo hacen de forma inapropiada e impositiva. La agresión verbal directa incluye ofensas verbales, insultos, amenazas y comentarios hostiles o humillantes. El componente no verbal puede incluir gestos hostiles o amenazantes. Su objetivo es la dominancia de las otras personas, por lo que nadie las quiere a su lado. 




  ¿Qué estilo de conducta tienes? ¿Te gustaría entrenar en Asertividad? 



Contacta con nosotros a través de la web www.gabineteclares.com o a través del formulario que aparece a la derecha y contestaremos a tus preguntas.

  

lunes, 20 de enero de 2014

NOMOFOBIA. ¡No sin mi movil!

  

¿Sabes qué puedes tener Nomofobia? Vamos a plantearnos una serie de cuestiones. ¿Eres capaz de salir de casa sin tu teléfono móvil y no tener la necesidad de volver por el? ¿Has sido capaz de ir al cine y no mirar el teléfono hasta la salida? o ¿alguna vez has tenido esa sensación de quedar ilocalizado si tu móvil estaba apunto de agotar la batería?

      Todas estas preguntas nos hacen plantearnos la NOMOFOBIA, que es el miedo irracional a salir de casa sin el teléfono móvil. El término es una abreviatura de la expresión inglesa «no-mobile-phone phobia». Este trastorno lo padecen aquellas personas que cuando dejan el teléfono móvil en casa padecen una sensación de estrés al pensar que pueden estar recibiendo llamadas o mensajes y no estar atendiéndolo,se les acaba la batería o están en reuniones o viajando y tienen esa sensación de ansiedad por salir cuanto antes y encender el teléfono; o simplemente tienen una preocupación excesiva por estar conectados al móvil, haciendo que estas personas lo miren constantemente (una media de 34 veces al día, según datos de la empresa SecurEnvoy).

     Estudios realizados por el Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad revelan que casi el 53% de los usuarios de teléfonos móviles tienden a sentir ansiedad cuando "pierden su teléfono móvil, se les agota la batería, el saldo, o no tienen cobertura en la red", explica Marina Dolgopol Directora de CEETA en España. Aplicaciones como Whatsapp o Line, han aumentado la cifra de padecer este trastorno. 


      La Nomofobia puede crear en las personas inestabilidad, agresividad y dificultades de concentración. Esto hace que padezcan síntomas como malestar general, dolor de cabeza, taquicardia, inquietud, temor a estar desconectado o enfado. 



Los jóvenes son el colectivo más vulnerable. Estudios demuestran que el 8% de los universitarios españoles ya padecen esta enfermedad. Todo esto viene determinado por el patrón de relación actual entre los iguales. Es ahora cuando los mensajes de móviles a través de aplicaciones, y las redes sociales, predominan en la relación de los mismos, por lo que quedarse sin el móvil hace que sufran una desconexión total a la sociedad. Podemos ver hoy día a grupos de iguales, reunidos para comer o saliendo por la noche, con sus teléfonos móviles en la mano conectados y sin apenas relación entre ellos cara                                                                                     a cara.



       Otras de las relaciones que se han visto afectadas son las de pareja, dónde antes nos encontrábamos cenando juntas manteniendo una conversaciónn amena o simplemente en casa compartiendo un rato juntos, ahora vemos a la pareja separada con sus terminales manteniendo charlas paralelas a la relación de pareja, sin cruzar apenas palabras. 



  
        El tratamiento para la Nomofobia es crear una serie de pautas de actuación para poder eliminar esa dependencia. ¿Crees que puedes padecer Nomofobia?¿O te sientes indentificado con alguno de estos síntomas?
Contacta con Gabinete Clares a través de la Web, Facebook o de las consultas online y te podemos dar pautas para ayudarte.

martes, 14 de enero de 2014

El Elefante Encadenado


      Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. 
También a mí como a otros, después me enteré, me llamaba la atención el elefante. Durante la función, la enrome bestia hacia despliegue de su tamaño, peso y fuerza descomunal... pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas clavada a una pequeña estaca clavada en el suelo.



            Sin embargo, la estaca era solo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir.

         El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye? Cuando tenía 5 o 6 años yo todavía en la sabiduría de los grandes. Pregunté entonces a algún maestro, a algún padre, o a algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia: -Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan? No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo me olvide del misterio del elefante y la estaca... y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta. 


       Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta: El elefante del circo no se escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde muy, muy pequeño. Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró, sudó, tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo, no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado, y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que le seguía... Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino. 




            


 Este elefante enorme y poderoso, que vemos en el circo, no se escapa porque cree -pobre- que NO PUEDE.   Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. Jamás... jamás... intentó poner a prueba su fuerza otra vez.